sábado, 28 de marzo de 2020

NUEVO URBANISMO Y VIVIENDA

Las viviendas del futuro deberían estar acondicionadas a las necesidades en casos de emergencia. Se debe prever el peor escenario. Ahora que nos ha sorprendido la crisis del COVID-19, las siguientes ideas no deberían caer en saco roto, especialmente habría que repensar la ampliación de Chamartín:

- La arquitectura y el urbanismo deben obedecer a los principios de la razón, que deben ponerse al servicio del ciudadano para garantizarle la máxima seguridad y bienestar. No se pueden escatimar recursos a la hora de construir nuevos espacios y viviendas. No debe considerarse una actividad especulativa y el beneficio de quienes ejercen esta actividad ha ser parejo al de la media del resto de oficios, de forma que se garantice un equilibrio de salarios y nivel de vida de todos los ciudadanos, siendo ideal aquella media que se considere no solo básica ni digna, sino plenamente satisfactoria dentro de cierta contención material. 

Un modelo que podría servir de inspiración es el de Arturo Soria y su Ciudad Lineal, aprovechando, además, todas las mejoras que el paso del tiempo y los nuevos conocimientos han traído al conjunto de disciplinas. Así, los edificios de viviendas no deberían superar las cuatro plantas, siendo recomendable que no compartieran cada una de ellas más de dos familias, y habrían de contar con un pequeño espacio ajardinado. Todos los bloques de viviendas dispondrían de garaje y amplio cuarto trastero para cada vecino.

- Un cuarto de baño completo por cada dormitorio de la vivienda (y uno más de cortesía para las visitas), esto es, con ducha y bañera, pila, inodoro, bidé, armario, espejo y luz. 

- Todas las habitaciones deben ser exteriores y espaciosas. 

- Ancho de puertas y pasillos suficiente para el acceso de camas de hospital y mobiliario, y, por lo menos, un acceso amplio desde el exterior (ventanales, balcón, etc.) para personal sanitario, bomberos, policía, servicios de mudanzas, etc.

- Implantación obligatoria de suelos de cerámica, mármol o un material equivalente que permitan una fácil limpieza y desinfección.

- Una habitación destinada a despensa y botiquín, y otra a lavandería (lavadora, opción de secadora, espacio para planchar la ropa limpia y tendedero).

- Aislamiento acústico y térmico de las viviendas para evitar molestar a los vecinos y garantizar el máximo aprovechamiento de la energía, poniendo especial atención a las necesidades en las dos estaciones del año: que en verano refresquen y en invierno calienten.

- Aprovechamiento de la energía solar y compost. 

- Los negocios, lugares de ocio y oficinas no deberían ubicarse en la planta baja de los edificios de viviendas, siendo preferible que estos ocupasen un espacio propio estratégicamente dispuesto para facilitar el desplazamiento a pie de los vecinos y evitar grandes aglomeraciones. 

Sería deseable que los lugares de trabajo no quedasen demasiado lejos de las viviendas y que cada barrio contase con una amplia oferta de establecimientos dispuestos para suministrar los bienes y servicios de demanda principal: farmacias, librerías y prensa, abastos, ropa, salas multiuso (cine, teatro, música...). 

Los colegios, hospitales, gimnasios y bibliotecas deberían cubrir con creces las necesidades de los habitantes, siendo imprescindible que, en caso de emergencia sanitaria, los hospitales, parques de bomberos, policía y servicios de mantenimiento comunitarios respondieran sin difiultad ante cualquier situación extraordinaria. Para ello se debería crear un impuesto especial, por ejemplo, el equivalente a un día de trabajo a la semana, garantizádose los fondos suficientes que cubrieran todos los gastos. 

- Aceras anchas, bien pavimentadas, sin árboles que obstaculicen el tránsito o levanten el suelo y provoquen constantes averías en el suministro de agua y gas. Las zonas ajardinadas, las alamedas y los parques podrían cumplir esa función. 

- Fomentar el desplazamiento por la ciudad en bicicleta destinando dos carriles por cada sentido en todas las calles.  Impulsar un transporte público puntual, seguro, limpio, eficiente y mucho más económico durante las 24 horas del día.

Nunca habrá suficientes médicos ni científicos, créanme. Esa es la gran transformación que debe hacer hoy España: una serena transición hacia un modelo de sociedad más equitativo y próspero, preocupado por asegurarse que la formación académica, el respeto al prójimo y el desarrollo científico se antepongan a los intereses que preocuparon al país anteriormente. Pronto dejaremos de aplaudir a nuestros auténticos héroes desde el balcón. Es hora de valorar ese protagonismo y concederles nuestro mayor apoyo. Que sean, al fin, capaces de hacer todo lo que han soñado conseguir si tuvieran mejores oportunidades, más financiación, una garantía duradera por parte del gobierno; el respaldo, agradecimiento y admiración de la sociedad.

Por todos nosotros, exijamos un lugar donde vivir mejor sea posible. 



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